Gabriela Lemus y su experiencia de Dios

Ella es una líder de alabanza de 18 años que nos habla de su estrecha relación con el Señor

Definitivamente no soy perfecta, pero ahora soy mucho mejor de lo que era hace 10 años. Yo era una niña tímida e insegura que trataba de esconderse del mundo, pero ahora tengo confianza porque estoy segura en Cristo y en Su Reino. He conocido a Jesús toda mi vida. Agradezco a mis padres por criarme en un ambiente centrado en Cristo. Cuando tenía diez años empecé a leer una Biblia para principiantes. En ese entonces era difícil mantener una relación cercana con Dios porque algunos de mis amigos no eran cristianos y Dios no era considerado “cool” en la escuela secundaria.

Creo que estar en la Universidad de Hillsong aumentó mi fe. Decidí seguir a Jesús y comprometerme plenamente con Él. Pienso que para tener una relación genuina con Dios es necesario leer la Biblia porque todo lo que Dios dijo está ahí y su palabra contiene verdad y vida. También me aseguro de orar y hablar con Él a lo largo de todo el día. Mi relación con Dios es la más cercana y la más especial porque Él es la única presencia que lo sabe todo sobre mí. Sé que Él me ama de forma absoluta, así que yo también lo amo con la misma intensidad.

Ser un líder de alabanzas es una gran responsabilidad. Debemos tener una relación cercana con Dios y darle gloria. La adoración significa acercarse a Dios. Es un don y una bendición dada por Dios para llevar a la gente a su presencia. Yo siento su espíritu más que nunca cuando le adoro.

El Espíritu Santo es una parte de Dios; El me ayuda, me guía y vive en mí. Siempre me dice lo que debo hacer. El haber sido bautizada en el Espíritu Santo me ha permitido ser capaz de transmitir vida y aliento a la gente y también me ha otorgado el don de poder hablar en lenguas. El Espíritu Santo siempre quiere guiarme por el camino correcto y me incita a imitar a Jesús. Es mi responsabilidad escuchar lo que Dios trata de decirme cada día.

Mis padres han constituido mi ayuda más sólida. Les doy las gracias por alentarme cuando quería rendirme o durante mis momentos de debilidad. Me siento realmente bendecida. Les debo a ellos el hecho de estar aquí. Ellos me han ayudado a ser mejor persona y me han enseñado a amar a Jesús.

Mi mayor desafío ha sido asegurarme de que siempre estoy escuchando lo que Dios dice en la Biblia porque Él me enseña lo que debo ser y cómo debo actuar. Dios me dice quién soy. En la Universidad de Hillsong he vivido una especie de cirugía del corazón. Esto se traduce en vivir una curación en el nombre de Jesús. A veces he sentido algo equivocado en mi corazón relacionado con celos o dinero, pero esta cirugía espiritual del corazón me ha ayudado.

Ha sido un viaje para encontrar mi verdadera identidad en Jesucristo, para vivir en Él cada día.

Creo que Dios me está llevando a dirigir la adoración y a ser una persona creativa. Desearía ser capaz de dirigir las alabanzas en lugares que la necesitan. En Guatemala, por ejemplo, hay muchas iglesias pequeñas que necesitan ayuda para mejorar el culto. Me complacería mucho poder enseñar a los niños menos afortunados a adorar a Jesús.

Por: gplmagazine.com